18 nov 2009

En el escenario

Es miércoles, pero a las 0:00 me escapo de casa cuando todo el mundo se ha ido a la cama. Bajo a la calle y llego a donde parece que se está dando un concierto. Me acerco, y veo que Memoria de Pez, uno de mis grupos favoritos de aquí, está tocando. Hay un montón de gente viéndoles.

Llega el momento del descanso y Jon (el cantante) se me acerca y me dice: "oye, toca tú la siguiente canción mientras me tomo algo". Como si fuera lo más normal del mundo le digo que vale, que no se preocupe, que para eso estamos. Así que me subo al escenario, y cojo la guitarra eléctrica de Jon y el micrófono.

Empieza a sonar la melodía de una canción de Alex Úbago. "¡Mierda! ¡Justo esta no me la sé!", así que bajo corriendo a donde Jon y se lo digo.

Cuando termina la canción vuelve a donde estoy yo y me dice lo mismo, que le releve. Vuelvo a subirme al escenario y comienza la música: es una canción de Ken Zazpi que me sé al dedillo. "Perfecto", pienso.

Mientras canto veo que la gente se levanta y se marcha poco a poco. Es raro, todos (o casi todos) se están yendo justo ahora, cuando canto yo. ¡Quedaos a verme! Es un poco frustrante, porque me hacía ilusión que la gente me viera en el escenario... pero bueno, sigo a lo mío. Me pongo a pasear entre los decorados del escenario (que está muy currado, es enorme, como una selva gigante) y de repente se me olvida la letra. La tarareo durante un rato, hasta que oigo la voz de Ainara que la está cantando y me la recuerda rápidamente.

La canción termina y miro a la gente que queda. Unas 20 personas.Había 500 cuando empecé y se habían ido casi todas. Agacho la mirada un poco triste y miro el micrófono de mi mano. No puede ser. ¡No puede ser! ¡La palanca del micrófono está puesta en OFF! ¡¡NOOOOOOOOOOO!!

Me acerco a Jon y me dice que no se me ha oído nada en toda la canción, que seguramente se me olvidó encender el micrófono.

Mierda.

Me da un vaso de cerveza diciendo que no pasa nada, que es normal la primera vez y me marcho a mi casa. Es tarde y mañana hay clase.

Por el camino me tiran un balde de agua por encima, pero me da igual. Tiro el vaso al suelo.

27 oct 2009

En el metro

Bajo corriendo al andén del metro porque tengo mucha prisa. Voy a llegar tarde como siempre...
Cuando llego abajo, veo que al siguiente metro le quedan 2 minutos, pero es el de la línea 2 que llega a Santurtzi y no pasa por mi casa.
El siguiente metro sí que es el mío, va dirección Plentzia, pero pone que para que llegue quedan... ¡dos meses!

23 sept 2009

Robando juguetes

Estoy siguiendo a un amigo, vamos los dos corriendo. Tenemos prisa para llegar a algún sitio.

Ahora estamos bajando escaleras, un montón de escaleras, y lo hacemos saltando escaleras de veinte en veinte. Andamos muy apurados de tiempo.

Me fijo en que mi amigo mete la mano en los bolsos de las mujeres cada vez que pasa cerca de alguna y que saca siempre de ellas unas cajas de cartón de 50cm x 50cm x 50cm. Son cajas de juguetes: un camión, los peluches Trancas y Barrancas...

Se da cuenta de que le estoy mirando. Se para y me dice que lo hace porque necesita hacerlo para pagar "algo". Yo no le digo nada, se mete las cajas en los bolsillos y seguimos nuestro camino...

20 sept 2009

En gran hermano

He entrado en la casa de Gran Hermano. Estoy muy emocionado y muy contento, a pesar de no haber hecho nada para entrar ahí, he aparecido de repente...

La gente es muy maja, no hay nadie raro, y hago buenas migas con todos. Al de un rato me doy cuenta de que entre los concursantes está Asier Fuente, un chico que venía conmigo a clase cuando era niño.

Me suena el móvil. Lo cojo, y una señorita me dice que es la presentadora de un programa de radio y que me van a hacer unas preguntas, y que cada acierto valdrá por un premio. Digo a todo el mundo que se calle, que están armando mucha bulla y casi no oigo lo que me dicen por teléfono. También les pido que enciendan la tele porque han llamado los de la radio (?) y les digo que necesito ayuda para responder a las preguntas.

Alguien enciende la tele. Es enorme, ocupa toda la pared.

Sigue habiendo mucho ruido y no oigo la pregunta que me hacen por teléfono, así que me lo dan como respuesta incorrecta y pierdo todo.

18 sept 2009

Fútbol

Estoy jugando un partido de fútbol. En cada equipo habrá unas 25 personas, tanto chicos como chicas, y hay gente de todas las edades. Todo el mundo va con ropa de calle.

Estamos dentro de nuestro área, van a sacar un córner en contra. El balón me llega a los pies así que lo chuto lo más fuerte que puedo para alejarlo de mi portería.. Empiezo a andar hacia el campo contrario cuando oigo a alguien decir "¡guapo!". Veo a dos chicas/señoras de unos 35-40 años mirándome y les digo "vosotras sí que sois guapas" y salgo corriendo. Me arrepiento un poco, y pienso que tal vez debería haberlas tratado "de usted"...

De repente me doy cuenta de que he corrido demasiado y que estoy fuera del campo, detrás de la portería del equipo contrario. Su portero es un niño de unos 8-10 años, muy bajito para su edad y un poco gordito. Tiene el balón en las manos.

Se acerca al borde del área y posa el balón en el suelo y da unos pasos hacia atrás para coger carrerilla para chutar... pero yo soy más rápido y salgo corriendo desde detrás de la portería a por el balón, chuto y meto gol. El niño llora diciendo que no vale, que es trampa y que encima he tocado el área y que eso también es trampa.

- ¿Yo? ¡Qué va! - le respondo. El niño deja de llorar y el partido sigue con normalidad.

La mancha negra en el árbol de navidad

Estoy con mis primos y mis tíos en su casa (a pesar de no reconocer los muebles ni nada sé que estoy en su casa).

Mis primos y yo estamos esperando a mis tíos para abrir los regalos de Navidad, cuando a mi primo se le cae una vela encima a la alfombra. Pero la alfombra en vez de quemarse empieza a quedarse negra poco a poco, como si un liquido negro estuviera empapándola y se estuviera extendiendo.

La mancha negra toca el cable de las luces del árbol de navidad y casi en a cámara lenta veo cómo la mancha negra empieza a avanzar a lo largo del cable.

Salto rápidamente por encima del sofá mientras pienso "¡tengo que llegar antes de que "eso" llegue al final del cable!". En ese instante entra mi tía en el salón y deja caer al suelo la bandeja que tiene en las manos. Todo el mundo grita.

Agarro el cable y empiezo a tirar de él para desenchufarlo. Pero resulta que el cable no está enchufado a un enchufe como pasa normalmente, sino que los cables se meten en la maceta donde está plantado el árbol.

La mancha negra está llegando al final del cable y pequeñas chispas salen de la maceta cada vez que pego un tirón.

Ya ha llegado. La mancha negra ha entrado en la maceta y en ese instante el árbol entero empieza a arder. Pero entero entero, en el mismo momento arden el tronco, la rama y todas las hojas.

Yo pego un salto hacia atrás y pido agua a gritos a la vez que zarandeo el árbol. Mis primos y mi tía chillan detrás de mi y pienso "pero qué panda de inútiles, ¡que alguien haga algo en vez de quedarse mirando!".

Oigo pasos detrás de mi y alguien vacía un cubo de agua sobre el árbol.

8 sept 2009

Rubik gigante y patines

Toco la puerta de Avalon, una tienda que vendía magic, comics, figuras, peluches etc y que cerró hace unos 3 ó 4 años. Me abre Alex, el dueño y me hace pasar. Está todo casi vacío, solo quedan un par de ordenadores (que están encendidos) y unos cuantos libros. Cuando llego al fondo, veo que detrás de las columnas hay gente que está escondida, 4 personas que reconozco de haberlas visto allí alguna vez. Como me imagino, estaban escondidos por si era la policía la que tocaba la puerta. Pero no, era yo, así que pueden volver a sentarse en los ordenadores y seguir jugando en vez de ir a la universidad o a trabajar.
Le digo a Alex que he venido a comprar un cubo de Rubik nuevo. Me dice que busque entre los restos, que le suena que alguno queda pero que no me promete nada.
Empiezo a buscar entre los libros y figuritas (hay una cantidad increíble de polvo, casi no puedo respirar) y por fin encuentro un cubo de Rubik. Es uno de esos con menos cuadrados de lo normal en cada cara (de 2x2), pero es diez veces más grande, como un balón de fútbol. "¡Qué guapo!" pienso, pero al ver el precio pone que cuesta 43€, así que lo vuelvo a dejar donde estaba.
Alex me pregunta si he visto algo, y le digo que no porque no quiero desilusionarle, sé que necesita vender todo porque no llega a fin de mes pero yo no quiero gastarme 43€ en un cubo de Rubik, no tenía pensado gastarme más de 2€ :S
Me despido de él y salgo a la calle. Me pongo los patines y entro en el metro. Bajar las escaleras corriendo me da bastante miedo, pero no quiero parecer un miedica así que lo hago disimulando mi miedo. Cuando llego al último escalón veo llegar mi metro. Saco rápidamente mi billete y cuando voy a meterlo en la canceladora el metro se va. "Joe, qué rápido" me digo y salgo de la estación, pero esta vez por las escaleras mecánicas.
Cuando llego arriba me doy media vuelta, vuelvo a meterme en la estación muy rápido y consigo bajar todas las escaleras sin miedo, orgulloso. Se para a mi lado Josu Gurtubay, un ex-compañero de clase. Nos saludamos, me dice que me ve bien y sale disparado a coger el metro, que acaba de llegar. A mi se me vuelve a escapar, pero esta vez me quedo ahí esperando al siguiente.

6 sept 2009

Peces gigantes y un burro

Raúl está estudiando para su examen de electricidad yo yo estoy en la mesa del al lado. Miro sus apuntes y pienso "yo también quiero hacer electricidad en septiembre", pero al de unos segundos me doy cuenta de que no tiene sentido presentarse a un examen que ya aprobaste por mucho que te guste... así que mejor ponerse a estudiar lo que me falta, que a este paso me pilla el toro...
A mi lado está mi tío Jon, que se levanta de la mesa sin decir nada y se aleja. Yo empiezo a seguirle. Llega a una piscina y abre una puerta secreta que hay en la pared a un metro de distancia de la piscina y a una altura de medio metro más o menos. Entra.
Yo me acerco y miro dentro, pero está muy oscuro y no puedo ver más allá de un par de metros. Sí que veo que el suelo está encharcado, hay mucha agua.
De repente, aparece un pez enorme, de un metro de largo por lo menos y bastante gordo, agitándose y saltando (como cuando un pez está fuera del agua) que se acerca a la puerta, baja a la calle, avanza un poco más y salta a la piscina. Cuando me fijo en el agua de la piscina veo que está muy oscura, como si el fondo fuera de barro, y veo también que hay muchos peces en el agua.
Un sonido hace que me gire hacia la puerta secreta, y veo que otro pez gigante ha salido de la puerta. Es más grande que el anterior y muy feo, tiene forma rara, un poco abstracta. Poco a poco va pareciéndome más y más a un tiburón, hasta que llega el momento de saltar al agua y veo que es claramente un tiburón y empiezo a gritar "¡es un tiburón! ¡es un tiburón!". Detrás de mi oigo una voz que no sé de quién es que dice "no, es un burro". Cuando vuelvo a mirar veo un burro nadando que mete la cabeza en el agua y se sumerge.
Vuelvo a mirar a la puerta, y esta vez son cuatro peces gigantescos los que salen de la puerta y saltan a la piscina que ya no es piscina sino un lago con sus árboles alrededor, plantas, patos, peces...

30 ago 2009

Sonrisas incómodas

Durante la cena...

- Qué raro estar aquí contigo sabiendo que antes me gustabas y que yo también te gustaba pero que nunca pasó nada... [sonrisa de "qué tiempos aquellos"]


Todo el mundo se gira para mirarnos, en silencio.

- Ya... [sonrisa de "WTF"]
- Ahora podríamos estar juntos todavía [más sonrisa]
- [Sonrisa incómoda...]
- Pues yo me alegro de que no fuera así [sonrisa y beso]
- [Sonrisa] y yo también, tonto. Ahora todo ha cambiado.

Cojo medio limón de la mesa, lo levanto con una mano sobre mi cabeza y lo estrujo dejando caer todo el jugo en mi boca. Está muy ácido, como a mi me gusta.

Todos los de la mesa ríen/sonríen:

Hay quien ríe porque así se pone fin a una conversación incómoda.
Hay quien ríe porque ver a alguien exprimirse un limón en la boca es divertido.
Hay quien sonríe porque después de todos estos años no todo ha cambiado tanto...

17 ago 2009

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No recuerdo lo que soñé ayer, pero estoy muy contento de ello. Recuerdo que cuando desperté me dije que no quería escribir el sueño en la libreta, que quería olvidarlo, quitármelo de la cabeza. Supongo que sería una pesadilla muy fea, porque no veo otra razón para querer olvidar un sueño...

Sea como fuere... mission accomplished!

¡Que viene Bene!

Estoy con Carlos en medio de una playa. Estamos los dos muy nerviosos, miramos continuamente a nuestro alrededor, como esperando a alguien, y de vez en cuando nos miramos entre nosotros, siempre sin decir nada.
Tengo en mis manos una mira telescópica, como haciendo guardia. De repente, mientras observo, aparece Bene a lo lejos.
Rápidamente recojo todos mis bártulos y salgo corriendo en dirección opuesta a la vez que grito ¡QUE VIENENNN!
Cuando lo digo siento miedo, y pienso que espero que a Carlos le haya dado tiempo a reaccionar y le haya dado tiempo a seguirme. No miro atrás en ningún momento, estoy demasiado asustado...

Recogiendo

He dado una fiesta en casa y ya se ha marchado casi todo el mundo. Es de día y estoy recogiendo las cosas del suelo, de las mesas... está todo hecho un desastre, todo patas arriba.
Sé que la casa es mía, pero no la reconozco, no sé dónde estoy.
Hay mucho que recoger, pero menos mal que se han quedado para ayudarme Aintzane y otra chica más. Les digo que gracias por quedarse, pero que pueden irse si quieren, que yo me las arreglo a solas. A Aintzane le molesta el comentario y se va. La otra chica no dice nada y sigue ayudándome a recoger.
Cuando se va sigo sin saber quién es la chica.

31 jul 2009

De toldo en toldo

Estoy en mitad de Las Arenas, mi pueblo, yo solo, haciendo nada. Detrás de mí oigo a una señora hablar raro, y me doy la vuelta para ver lo que está pasando: son dos turistas alemanes (no sé por qué sé que son alemanes, pero lo sé) que están hablando con un señor que parece no entender ni papa de lo que están diciendo, por lo que intento intervenir: en un perfectísimo inglés (algo bueno tiene que tener estar soñando oye) les pregunto a ver a dónde quieren ir y me contestan que al embarcadero: todo recto, la segunda a la derecha y un poco más allá está. Me dan las gracias y empiezan a andar.
Cuando voy a girarme para volver a la posición del principio, noto algo raro en el paisaje. No puede ser, de repente estoy en el embarcadero. Chillo a los dos turistas alemanes y les digo que ya estamos en el embarcadero, que no tienen más que bajar por unas escaleras para llegar a donde querían ir, pero que me conozco un atajo mejor...
Con un dibujo se explica mucho mejor el atajo, que trataba de bajar saltando de toldo en toldo hasta llegar hasta abajo. Como un videojuego casi :)


Nosotros estamos arriba del todo, y tenemos que bajar saltando sobre los toldos que yo toque (que son los que están con una flecha negra en el dibujo).
Por alguna razón, la señora no entiende mi explicación o no quiere hacerlo, y mientras su marido baja a salvo por donde yo he bajado, ella decide saltar a un toldo que yo no he pisado, que resulta tener un agujero muy grande por el que ella cae hasta el suelo.
La altura es bastante grande, unos 6 o 7 metros. Mientras cae yo para mis adentros pienso "oh dios, oh dios" y ella grita un agudo "¡¡¡¡aaaahhh!!!!". Cuando llega al suelo, algo extraño ocurre. Como si sus piernas fueran de plastilina, la tibia y el peroné se contraen hasta que los tobillos tocan las rodillas. Pero no es desagradable, porque se supone que es lo que pasa en esas situaciones, así que el marido no parece muy alarmado a pesar de que la mujer grita de dolor.
En estos momentos yo pienso "por fin me pasa algo interesante y puedo poner en práctica algo de lo que he aprendido" y marco el 112 preparando el discurso que voy a dar a quien esté al otro lado del teléfono: "ha sucedido esto, se ha roto esto, ahora le voy a hacer esto, debería de venir una ambulancia con esto".
Pero no me coge nadie: "por favor, inténtelo de nuevo en unos minutos". ¿Cómo? ¡Que esto es una urgencia!
La mujer sigue chillando, ahora lo hace en castellano y pide ayuda. Yo me pongo muy nervioso, no sé qué hacer. Estoy sudando.
Pienso que tengo muy mala suerte, que por qué me pasarán estas cosas. La próxima vez que vea a algún turista perdido no le voy a ofrecer ayuda, que luego pasan estas cosas...

29 jul 2009

Cabras, galletas secas y minibicis

Estoy haciendo un examen (otro). Noto cómo los que están a mi derecha poco a poco van moviéndose de sitio, acercándose a mi cada vez más, hasta el punto de que cuando llego a la tercera pregunta del examen tengo a dos personas sentadas inmediatamente a mi derecha. Les oigo hablar entre ellos, no tienen ni idea de la respuesta de ninguna de las preguntas.
Leo en voz baja la siguiente pregunta "¿A qué animal le gustan las galletas secas además de a las cabras?".
En ese momento el que está a mi derecha me pregunta "oye, ¿te sabes la de las galletas?". Le miro y resulta que es mi tío Ketxus. Tiene cara de "por favor, dime la respuesta, estoy desesperado".
De repente estoy en Toledo, en la casa que mis abuelos tienen allí. Estoy con Raúl, y cada uno tiene una bicicleta de niño en la mano, de estas muy pequeñas a las que se ponen las ruedas laterales. Estamos preparados para la carrera. Alrededor hay un montón de gente de todas las edades, todos ellos con bicis minúsculas como nosotros.
De algún modo sé que vamos a participar en una carrera con ellas, 5 Km montados en las bicis.
Empieza la carrera y me siento muy incómodo pedaleando (me pego en las rodillas con el manillar todo el rato y me hago daño) así que decido parar y esperar a Raúl para cuando llegue a la meta, que es la casa de mis abuelos. Doy por hecho que va a ganar, el resto son todo niños pequeños y gente muy mayor.
Al de un rato, empiezan a llegar corredores a la meta. Raúl no llega el primero, ni el segundo, ni el tercero ni tampoco el cuarto. Ya me he cansado de esperarle, así que me meto en casa. Ya llegará...

26 jul 2009

Aventura en el Rin (o Sena)

Estoy con tres chicas (hoy toca no dar nombres, ala) en una ciudad que no me suena, paseando, hasta que una de ellas dice: "¿por qué no vamos a darnos un baño?", así que nos quitamos la ropa, toda, y nos tiramos al río.
Una de las tres pregunta por el nombre del río, a lo que otra responde "es el Rin". Yo asiento, pero no sé por qué lo hago, porque por dentro pienso "pero si está claro que es el Sena".
Una de las chicas se me acerca, me da un abrazo y me besa. Al de unos segundos las otras dos chicas deciden ir a dar un paseo mientras nosotros "seguimos a lo nuestro". "Genial, por fin se han ido" es lo que yo pienso, y nosotros "seguimos a lo nuestro".

Contaría más del sueño, pero no ha pasado el corte de la censura... :(

24 jul 2009

En el examen

Estoy haciendo un examen de mecánica en el que ninguna de las preguntas es de mecánica y no sé responder a casi nada. Mis compañeros de clase están nerviosos y empieza a haber un murmullo en clase.
Poco a poco, los profesores empiezan a echar a gente a la calle porque está todo el mundo copiando y mirando los exámenes de la gente de alrededor.
Yo para descansar me pongo a comer un poco de pan. Cuando decido que he comido suficiente lo voy a posar en la mesa pero sin querer lo meto en un vaso de agua. "Mierda, ya no tengo para luego."
Los profesores han echado ya a la mitad de la clase...
De repente entra un señor en clase y grita "ha pasado algo en un cíber". Al instante se levantan un par de policías y de médicos que estaban haciendo el examen con el uniforme puesto y salen corriendo del examen. Yo estoy un poco asustado, porque conozco a alguien en un cíber. Algún compañero de clase se gira hacia mi pero no dice nada.
Se da la vuelta el que tengo sentado delante de mi (ahora por cierto estoy sentado al lado de la ventana, antes estaba en otro sitio :S) y resulta que es mi abuelo, y me pregunta "¿tú qué has estudiado?". Yo le digo que medicina a pesar de saber que es mentira porque solo soy socorrista...
Cuando el examen termina cojo un autobús a casa. Llego y miro el buzón. Hay tres pollos asados y una carta, pero no puedo coger la carta sin mancharme así que la dejo ahí.

23 jul 2009

El coche en el pie

Estoy caminando rodeado de mucha gente y conozco a casi todos. Gente de la uni, de la infancia, de jugar a fútbol, conocidos del pueblo... y también mucha otra gente. Hace calor, mucho calor. Todo los chicos van sin camiseta excepto yo, que tengo puesta una de un equipo de fútbol (es roja o verde, no recuerdo de cual de los dos pero es seguro que era de uno de esos).
Se me acerca una chica, me suena su cara, y me dice que me quite la camiseta que quiere sacarme una foto. La gente de alrededor me anima pero no me la quito, le digo que eso no me va. No me gusta quitarme la camiseta, ¿qué pasa?
Llego al final del camino y me siento un banco.
De repente no estoy sentado en un banco, sino en el asiento delantero de una furgoneta o un autobús. El autobús no tiene techo, ni paredes, ni cristales, se parece como a una atracción, tipo Dragón Kahn pero sin sujeciones. Sí que está el apoyadero de pies que suelen tener los autobuses, pero nada más.
A mi izquierda está sentado el conductor del autobús (por llamarlo de algún modo) y a mi derecha está Begoña Belategui, y a su derecha Jone Larrucea, dos amigas de cuando era niño (últimamente parece que sueño mucho con gente que no veo hace años).
Begoña me pregunta que por qué tengo camiseta puesta y que por qué llevo botas de monte puestas con el calor que hace. Le digo que me da vergüenza ir sin camiseta por la calle, pero que no sé por qué llevo botas de monte con el calor que hace...
El autobús empieza a moverse marcha atrás, muy lentamente, pero resulta que allí los autobuses son así y se mueven para atrás.
El suelo de la calle está empapado porque ahora está lloviendo un montón. En el autobús no nos mojamos, porque justo allí no llueve pero en la calle sí.
Un coche de policía derrapa delante nuestro y vuelca. Después de ese coche otro más vuelca intentando esquivarlo, y detrás de este coche un tercero derrapa al esquivar a los dos coches. No puede parar, se dirige hacia nosotros. Pasa todo muy rápido, el coche empieza a rodar, se eleva un poco y me cae en el pie izquierdo.No grito, no me duele. Lo miro incrédulo durante menos de un segundo y le doy una patada con mi pie derecho, y el coche se cae del autobús.
Miro a Begoña, que está blanca del susto mirando mi pie izquierdo.
"Ves, para esto llevo botas de monte" le digo. Empieza a reírse a carcajadas y me dice que ha sido una buena idea. Se lo cuenta a Jone, que también empieza a reírse.
Yo me siento muy contento porque el coche que me ha caído en el pie no me ha hecho daño, pero sobretodo porque he hecho un comentario gracioso y ocurrente.

Camarero

Estoy yendo en tren con María a una fiesta. El tren está tardando un montón, parece que no vamos a llegar nunca... pasamos una parada, y otra, y otra... vamos en silencio.
Cuando llegamos a la parada vemos pasar por delante a Motriko, a quien no veía desde hace por lo menos cinco o seis años y está igual, no ha cambiado nada. Va con prisas y no nos ve.
En ese momento pienso que no debería de haberme puesto el traje de baño rojo y el polo de la Cruz Roja para ir a la fiesta porque no son ropa para ir a una fiesta. Además me puedo meter en líos...
Llegamos a la fiesta y hay muchísima gente. No conozco a nadie, ni siquiera a la chica que nos abre la puerta y que debe de ser la anfitriona. Al verme me sonríe, me da una bandeja llena de vasos con bebida y me dice "muchas gracias por venir a ayudar". Creo que ella tampoco me ha reconocido y lo dice por cómo voy vestido...
No contesto nada, cojo la bandeja y me pongo a servir a la gente. Debí haberme cambiado la ropa...

22 jul 2009

Decidiendo en el gym

Estamos en el gimnasio Maider, un chico desconocido y yo delante de un panel gigante en el que aparecen las actividades que se llevan a acabo en el gimnasio, decidiendo qué actividades hacer.
Por la hora que es Maider y yo decidimos hacer primero Body Step, luego Body Express y después Bosu. Maider dice que Body Jam es una mierda así que mejor no ir a esa clase, y yo asiento mientras digo que estoy de acuerdo.
El chico desconocido que está con nosotros, al que aparentemente conocemos de siempre, dice "veo que controláis", a lo que Maider contesta "en realidad es Xabi el que viene más".
Me hace gracia el comentario y sonrío.

Fútbol

Estoy leyendo el periódico y me fijo en tres noticias de la sección de deportes:
1) La gente está muy feliz porque el Athletic ha ganado 5-1 a un equipo de segunda.
2) Eto'o está muy feliz porque ha metido un gol en su partido de hoy y va a ganar mucho dinero.
3) El Eibar ha empatado contra un equipo de tercera en pretemporada. No está mal.

No has cambiado

Estoy en una mesa comiendo con gente. A mi lado hay una chica. Yo hago un comentario gracioso y la chica de mi lado, aparentemente mi novia, me dice que ya está cansada, que no he cambiado nada. Yo por dentro pienso que sí que he cambiado, que soy totalmente diferente a como era antes.
La gente nos mira en silencio. Ella se va mientras la miro sin entender nada.

21 jul 2009

Fer

Fer me ha dejado un comentario en el blog. Dice que mi blog es muy interesante, pero que no va a poner más comentarios en las entradas sobre física, mates, curiosidades etc, solo en las entradas que hable de mi padre. Me pongo triste, pero lo entiendo.

En el gimnasio

He quedado con Maider para ir al gimnasio. Voy en coche como casi siempre, es mucho más cómodo que ir en metro. Llego muy justo de tiempo, también como casi siempre, así que decido ir cambiándome de ropa en el coche mientras conduzco. No necesito las manos para conducir.
Llego, aparco y subo al gimnasio. En el ascensor me doy cuenta de que me he dejado la mochila en el coche, pero da igual porque ya tengo la ropa de deporte puesta. Cuando acabe la clase ya bajaré a por ella para poder ducharme. Subo las últimas escaleras y tengo el aula frente a mi, con la puerta cerrada. La pared es un cristal, se ve todo desde fuera, y veo que el todo el mundo está agolpado en una esquina de la clase dejando libre el 75% restante. Pienso que es algo muy raro, y que tiene que ser muy agobiante estar tan pegado al resto.
Veo a Maider que me está mirando y me dice "mira a quién tengo detrás". A pesar de que entre ella y yo hay un cristal y una puerta cerrada le oigo decirlo sin problemas. Miro detrás de ella y veo a Aintzane. Va vestida totalmente de rosa.
Entro en el aula, cojo un step y dos esterillas (¿para qué quiero dos esterillas?) y me voy a la otra parte de la clase, yo solo. Allí me doy cuenta de que una de las esterillas es el triple de grande de los normal así que vuelvo a por otra. Saludo dos veces a la monitora, pero o no me oye o no me hace caso...
Cuando vuelvo a mi step, a su alrededor hay un montón de basura.

El pasillo

Tres amigos y yo estamos invitados a una fiesta en Algorta. En las invitaciones que tenemos pone que son entradas para dentro de dos semanas, pero soy el único que se da cuenta de eso, mis amigos parece que no saben en qué día vivimos.
Llegamos al edificio, que resulta ser la casa de mi abuela, y toco el timbre. No contesta nadie.
Al de un poco se abre una puerta cerca de donde estoy yo, a un par de metros, una puerta que antes no estaba. No sé cómo lo sé porque todo está totalmente a oscuras, no se puede ver nada, pero esa puerta antes no estaba.
La persona que nos abre la puerta desde dentro es Ramón, uno de mis tres amigos con los que iba a la fiesta y que estaba esperando conmigo fuera para que nos abrieran. Ni yo ni ninguno de mis amigos se sorprende.
Entramos. Hay que atravesar un pasillo curvado. El pasillo no tiene suelo normal, tiene como unos maderos en horizontal atados con cuerdas, y por debajo de ellos se ve un precipicio, como los puentes de las películas que dan miedo.
Al entrar en el pasillo notamos que el edificio se tambalea, y sabemos que es por nuestra culpa. Yo me cago de miedo y decido no pasar el pasillo, así que me vuelvo. Uno de mis amigos me sigue y los otros dos pasan al otro lado. Vemos cómo cuando pasan el edificio se pone casi boca abajo, pero consiguen llegar al otro lado y el edificio vuelve a su posición normal. No sé si es el edificio o el pasillo el que se mueve. Tal vez es solo el pasillo...

Esgrima

Estoy con Aratz, un amigo de la infancia, y sin razón aparente nos enfadamos y decimos que debemos retarnos a muerte con espadas. Desenfundamos (resulta que tenemos espadas de esgrima en la cintura) y nos empezamos a pegar.
Estamos un rato dándonos espadazos, muy enfadados, y nos hacemos muchas heridas y arañazos. De repente, nos cansamos y decidimos dejarlo para otro momento.

Probando probando

Hace un par de días leí en un blog de una amiga que a veces, cuando sueña, escribe esos sueños en una libreta nada más despertarse, una libreta que guarda debajo de la almohada. Y yo soy un copiota, pero no un copiota cualquiera, sino un copiota del siglo XXI que además de apuntarlos en una libreta los irá colgando en este blog. Ala.