Nos estamos besando. Estamos en mi casa. Es una situación muy rara, no pensé que volveríamos a estar nunca más en una situación así.
Mierda, y yo sin afeitarme. ¡Si me afeito siempre! Me paso la mano por la cara y toco mi mata de pelo. Creo que nunca lo había tenido tan largo.
Seguimos besándonos y yo no puedo dejar de pensar en mi barba, "pero si antes lo odiaba... y ahora tengo todo esto y no dice nada.... mmm..."
- Qué rabia, llevo un montón sin afeitarme - digo.
- Me da igual.
- ¿Sí? Pues antes no era así.
- Ya, pero me he acostumbrado.
....
"Será 'jodía'", pienso. Me levanto y voy al baño.
"No podía decir otra cosa, no, tenía que decir algo sobre él"
(he encontrado mi libreta y este sueño estaba escrito desde navidades)
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